De la lucha al cuidado: cómo el enfoque wellaging supera al antiaging
La búsqueda de la juventud eterna ha sido, durante siglos, una constante en la humanidad. Desde antiguos elixires hasta las más avanzadas tecnologías estéticas, el enfoque antiaging ha predominado como una batalla frontal contra el paso del tiempo.
Pero ¿y si cambiáramos el combate por el cuidado? ¿Y si aceptáramos que el tiempo pasa y que es más importante sentirse joven que parecer joven? ¿Y si centráramos nuestra energía en ser longevos y saludables a la vez?
Esta es la esencia del wellaging, un concepto que invita a envejecer de forma saludable, abrazando cada etapa de la vida y atendiendo las necesidades del cuerpo de manera integral.
La filosofía del wellaging
El wellaging no se enfoca en cuántos años vivimos, sino en cómo transitamos esos años, tanto física como emocionalmente.
En este artículo exploraremos por qué el wellaging es más que una tendencia; es una filosofía que combina ciencia, nutrición y bienestar emocional para garantizar un envejecimiento lleno de vitalidad y calidad de vida.
De antiaging a wellaging: cambiando el paradigma
El concepto de antiaging, popularizado en las últimas décadas, se ha centrado en detener o revertir los signos visibles del envejecimiento. Esto ha llevado a soluciones que muchas veces abordan los síntomas, como arrugas o manchas, pero dejan de lado la salud interna y las necesidades reales del cuerpo. Sin contar los trastornos psicológicos que puede conllevar el “estar siempre joven”, ciertamente peligrosos.
Por el contrario, el wellaging no busca luchar contra el tiempo, sino optimizarlo.
Es un enfoque holístico e integral que considera:
- La nutrición
- El movimiento
- El descanso
- La salud emocional
Siendo estos los pilares para envejecer con plenitud.
Su objetivo no es eliminar signos externos, se trata de garantizar que el cuerpo y la mente funcionen de manera óptima durante cada etapa de la vida. Esto, irremediablemente, tiene un impacto muy positivo en el aspecto exterior, aunque no sea el objetivo final.
La importancia de la alimentación en el wellaging
Cómo comer para envejecer de una forma saludable
La alimentación juega un papel fundamental en el proceso de envejecimiento. Nuestro cuerpo depende de los nutrientes para regenerarse, reparar daños y mantener el equilibrio en los tejidos. Desde la piel hasta los órganos internos, cada célula necesita combustible de calidad para desempeñar sus funciones.
Alimentos como sustratos de regeneración
1. Proteínas para el mantenimiento de tejidos
Las proteínas son esenciales para la síntesis de colágeno y elastina, compuestos clave para la piel, las articulaciones y los músculos. Incorporar fuentes de proteína de alta calidad, como pescado, carnes ecológicas, huevos, legumbres y frutos secos, ayuda a mantener la estructura y función de estos tejidos.
2. Grasas saludables para la elasticidad y función celular
Las grasas insaturadas, presentes en alimentos como el aguacate, las semillas, el aceite de oliva y los frutos secos, son fundamentales para la integridad de las membranas celulares. También apoyan la producción de hormonas esenciales para el bienestar.
3. Antioxidantes para combatir el estrés oxidativo
El estrés oxidativo es uno de los principales responsables del envejecimiento celular. Alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras de colores vivos (frutos rojos, espinacas, zanahorias, remolacha, granada, calabaza), protegen las células del daño causado por los radicales libres.
4. Vitaminas y minerales clave
Nutrientes como la vitamina C, la vitamina D, el zinc, el magnesio y el selenio son cruciales para la regeneración celular, la salud ósea y la inmunidad. Una dieta variada, que incluya alimentos integrales, es fundamental para garantizar su aporte adecuado.
El intestino como epicentro del bienestar
La salud intestinal está estrechamente ligada al envejecimiento saludable. Una microbiota equilibrada no solo mejora la digestión, sino que también reduce la inflamación sistémica y fortalece el sistema inmunológico:
Probióticos y prebióticos
Alimentos como yogur, kéfir, plátanos y alcachofas ayudan a mantener un microbioma diverso y funcional.
Fibra dietética
Presente en cereales integrales, frutas y verduras, la fibra favorece la salud intestinal y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
Inflamación crónica: el enemigo silencioso
La inflamación es una respuesta natural del cuerpo ante daños o infecciones, pero cuando se vuelve crónica, puede acelerar el envejecimiento y contribuir al desarrollo de enfermedades como diabetes, artritis y enfermedades cardiovasculares. Ya se habla del inflammaging, un concepto que hace referencia al envejecimiento prematuro relacionado con ésta inflamación de bajo grado.
Cómo reducir la inflamación a través de la dieta
1. Evita alimentos proinflamatorios
Azúcares refinados, grasas trans-saturadas y alimentos ultraprocesados promueven la inflamación.
2. Incorpora alimentos antiinflamatorios
Ácidos grasos omega-3: presentes en pescados grasos como el salmón, las semillas de lino y las nueces. Especias como la cúrcuma y el jengibre tienen potentes propiedades antiinflamatorias.
3. Hidrátate adecuadamente
El agua es esencial para eliminar toxinas y mantener la elasticidad de la piel. Además, el agua disminuye los niveles de cortisol, sustancia que mantenida en el tiempo promueve el envejecimiento celular.
Movimiento y descanso: aliados del envejecimiento saludable
El envejecimiento saludable no solo depende de la alimentación; también requiere movimiento y descanso. Estamos diseñadas para el movimiento y, por tanto, permanecer en un estado sedentario promoverá el envejecimiento prematuro, la atrofia de tejidos de sostén, como los huesos y la pérdida de la fuerza muscular, esencial para mantener un aspecto saludable.
¿Qué tanto te suena la frase “estoy cansada de estar cansada”? Si esto resuena contigo te quiero regalar de manera exclusiva mi masterclass “reINICIA tus hormonas y recupera TU ENERGÍA después de los 40” son 3 vídeos con contenido muy valioso para que puedas entender lo que sucede con tu cuerpo y sobre todo que te sientas acompañada en esta situación.
Beneficios del ejercicio regular
El ejercicio no solo fortalece los músculos y los huesos, sino que también mejora la circulación, regula el metabolismo y promueve la liberación de endorfinas, contribuyendo al bienestar emocional. Además, mejora las hormonas sexuales y favorece el descanso.
Importancia del descanso
El sueño es el momento en el que el cuerpo se repara. Dormir entre 7 y 8 horas por noche favorece la regeneración celular, mejora la función cognitiva y equilibra las hormonas. Sabemos que no dormir de forma adecuada afecta directamente a la memoria.
Wellbeing emocional: clave para el wellaging
Un envejecimiento saludable también requiere cuidar la salud emocional. La conexión mente-cuerpo es poderosa y, a menudo, subestimada.
Mantener un estado mental en calma y saber regularse emocionalmente son esenciales para promover la formación de nuevas conexiones neuronales y para mantener un cerebro sano. Atender de forma consciente las propias necesidades y establecer los límites necesarios para aumentar nuestro bienestar son dos pasos necesarios.
Estrategias para cuidar la salud emocional
- Practica el mindfulness
Reducir el estrés crónico a través de técnicas como la meditación o la respiración consciente mejora el bienestar general y puede retrasar los efectos del envejecimiento.
Buscar momentos de calma en el día a día, aunque sean pequeños espacios ya tiene éste efecto positivo a largo plazo.
- Fomenta relaciones significativas
El apoyo social es un factor protector contra el deterioro cognitivo y emocional. Rodearse de personas bondadosas y que nos generen bienestar es fundamental para nuestra salud mental.
- Aprende a gestionar las emociones
La psicoterapia, el journaling o actividades creativas pueden ayudarte a procesar emociones y a mantener un estado mental positivo. Ábrete a nuevas experiencias.
Conclusión: el arte de envejecer bien
El wellaging nos invita a replantearnos el envejecimiento como un proceso natural y lleno de oportunidades. En lugar de luchar contra el tiempo, podemos aprender a vivirlo con calidad, atendiendo las necesidades de nuestro cuerpo y mente de forma integral.
A través de una alimentación rica en nutrientes, un estilo de vida activo y un enfoque positivo hacia el autocuidado, es posible construir un futuro donde cada etapa de la vida se viva con plenitud y vitalidad. Recordemos: envejecer bien no es solo una cuestión de genes, sino de elecciones diarias que nutran nuestro bienestar en todos los niveles.
Si quieres cuidarte un poco más cada vez, puedes agendar una consulta online o presencial conmigo.
Y si quieres saber más sobre este tema
2 respuestas
Gracias María , maravilloso artículo, muy interesante, importante e instructivo, gracias , un fuerte abrazo
!Estimada Ana María! Muchas gracais por compartir tu opnión, me alegro mucho de que te haya gustado y de que te sea útil. Te mando un fuerte abrazo.