Nutricosmética: cuidando de la piel desde el interior

¿Qué es la nutricosmética?

Dado que este es un tema de gran interés, enfocaré este artículo en el fascinante mundo de la nutricosmética. Se trata de una esfera intrigante, ya que involucra el uso de ciertos micronutrientes como vehículo para potenciar tanto la salud funcional, como la estética de nuestra piel. Cuando se trata de cuidar el órgano más grande de nuestro cuerpo, la piel, la sinergia entre la nutrición natural y los productos cosméticos es crucial.

En esencia, la nutricosmética se traduce en aplicar la ciencia de la belleza desde el interior, de manera directa y efectiva. Además, complementa de manera invaluable cualquier tratamiento cosmético que podamos estar llevando a cabo. A fin de cuentas, el cuidado de este órgano vital, nuestra piel, se inicia desde dentro, con lo que decidimos comer y beber.

Es importante reconocer que aunque la alimentación juega un papel fundamental en la salud de nuestra piel, no es el único factor determinante. La genética, el sueño reparador, los agentes externos (como la polución y las condiciones climáticas) y el estrés emocional también tienen su influencia. No obstante, en este artículo, mi enfoque se centra en la nutrición, en específico en la micronutrición u ortomolecular, donde los micronutrientes asumen un papel protagónico en el mantenimiento de la salud y funcionalidad cutánea.

En resumen, a lo largo de esta lectura, exploraremos cómo la nutricosmética emerge como un aliado poderoso para una piel radiante y saludable. Desde dentro hacia fuera, descubriremos cómo los micronutrientes pueden desempeñar un papel esencial en la promoción de una piel vibrante y en su mejor funcionamiento.

Acerca de la piel

¿Sabías que la piel es el órgano más grande que tenemos en nuestro cuerpo? Pues sí, así es. Con una superficie aproximada de dos metros cuadrados, es la encargada de llevar a cabo funciones vitales para nuestra salud. Se trata de un órgano en continuo cambio, y es el responsable de protegernos del medio que nos rodea, actuando como primera línea de defensa física e inmunológica.

Funciones de la piel

  • Combatir agentes externos (virus, bacterias, inclemencias climáticas).
  • Eliminar residuos resultantes de reacciones metabólicas.
  • Regular la temperatura corporal.
  • Controlar la sensibilidad: frío, calor, humedad, caricias, besos, dolor, picor, texturas…

 

La piel es también una “proveedora” de sensaciones. Y de sensaciones nos vamos a emociones… Aquí aparece una visión más holística: la piel como un órgano sensitivo y emocional. ¿No te dan ganas de cuidarla aún más?

La piel y la autoestima

Si vamos un poquito más allá, sabemos que puede influir en nuestro estado psicológico y en la percepción de nosotros mismos. Por tanto, cuidarla para que tenga buena apariencia puede influir positivamente en nuestra autoestima. Nos guste o no, vivimos en una sociedad donde la apariencia física es un factor importante en nuestras relaciones.

En este contexto, la nutricosmética puede convertirse en una herramienta potente para mejorar nuestra apariencia física, estado emocional y salud.

Las faneras: pelo y uñas

Junto con la piel, encontramos los tejidos anejos, también llamados faneras: uñas y pelo corporal. Como parte integrante de la piel, cumplen funciones importantes y requieren cuidados específicos. Pueden verse afectadas por:

  • Estados nutricionales deficitarios
  • Desequilibrios emocionales
  • Factores inmunológicos

La nutricosmética también puede influir positivamente en ellas.

Sobre la estructura y funciones de la piel podría escribir mucho más, pero lo reservaré para otras entradas, para no desviarme del tema principal.

¿Por qué envejece la piel?

El envejecimiento cutáneo es un proceso complejo determinado por:

  • Factores genéticos (capacidad limitada de proliferación celular)
  • Factores ambientales como:
    • Contaminación
    • Climas extremos
    • Falta de ejercicio
    • Radiación solar
    • Estrés emocional
    • Hábitos tóxicos (fumar, beber alcohol)

 

Una vez más, volvemos a una visión holística del bienestar.

Tipos de envejecimiento de la piel

Podemos clasificarlo en:

  • Envejecimiento extrínseco: causado por exposición solar, contaminación ambiental, etc.
  • Envejecimiento intrínseco (cronológico): consecuencia natural del paso del tiempo.

 

A partir de los 30 años, la piel comienza a cambiar y se intensifica el envejecimiento intrínseco. Esto conlleva:

  • Debilitamiento de la función barrera
  • Disminución del intercambio de oxígeno celular
  • Pérdida de humedad en la epidermis
  • Reducción de elasticidad

 

Todo esto es consecuencia de la oxidación y la acumulación de radicales libres. Como resultado:

  • Piel más fina y seca
  • Pérdida de luminosidad y firmeza
  • Aparición de líneas de expresión, puntos rubí y arrugas

Cambios metabólicos en la piel

A nivel metabólico se observa:

  • Pérdida progresiva de colágeno (destrucción enzimática)
  • Disminución de fibroblastos (células que forman la matriz dérmica)

 

Esto complica aún más el panorama cutáneo.

El envejecimiento de las faneras

Además de la piel, también envejecen las faneras:

  • El pelo se vuelve más fino, crece más lento y aparecen canas (falta de melanina y estrés oxidativo).
  • Las uñas pierden elasticidad, se vuelven más duras y quebradizas.

Según la ciencia ¿cuáles son los nutrientes más eficaces en nutricosmética?

Pues bien,  existen evidencias científicas que apuntan a que ciertos nutrientes pueden contribuir a mejorar el aspecto y la salud de la piel, unos atenuando los signos visibles del envejecimiento cutáneo, y otros simplemente aportando los nutrientes que faltan para recuperar el equilibrio y funcionalidad de esta.  En esto se basan muchos de los reclamos publicitarios que aparecen en los productos cosméticos y la práctica de profesionales especializados en tratamientos anti envejecimiento, conocidos también como “anti-aging”.

Consideremos algunos de estos micronutrientes, y veamos cómo a través de la nutricosmética pueden ayudar a la salud de tu piel:

Vitamina C (o ácido ascórbico):

De sobra es conocida  la función antioxidante de la vitamina C, numerosos estudios así lo demuestran. Es uno de los antioxidantes fundamentales para neutralizar los radicales libres que nuestro cuerpo genera como resultado de la oxidación. Su déficit severo puede producir una enfermedad llamada escorbuto, caracterizada por el sangrado y ulceración de diferentes tejidos. La vitamina C es fundamental para la producción del colágeno, y por tanto, para la regeneración celular de la piel, entre otros muchos tejidos.

Vitamina E

También es un potente anti-oxidante que neutraliza los radicales libres que se generan sobre todo con la exposición solar. Algunos estudios han demostrado que la radiación ultravioleta disminuye notablemente los niveles cutáneos de esta vitamina. Por tanto, hay que tenerlo en cuenta cuando nuestra piel esté expuesta de manera prolongada al sol.

Vitamina A

Es uno de los nutrientes esenciales en el mantenimiento de una piel saludable. También tiene numerosas indicaciones en tratamientos de diferentes enfermedades; es muy conocida por su función a nivel de la retina. La debe de prescribir un médico, o profesional debidamente cualificado, ya que, a altas dosis puede resultar tóxica, sobre todo durante el embarazo. Es mucho más segura utilizarla como provitamina A, es decir, en forma de carotenoides, como el licopeno o el betacaroteno (son nutrientes que podemos encontrar, por ejemplo, en zanahorias y tomates).

En relación a la vitamina A, hay que mencionar el ácido retinoico, que es un derivado de ésta y que es mucho más activo (éste se usa sobretodo en dermatología), y el retinol, que es ampliamente usado en cosmética como ingrediente anti arrugas. Astaxantina: quizás uno de los anti-oxidantes más versátiles y potentes que existan. Ha demostrado tener al menos 10 veces más potencia que otros carotenoides, y hasta 500 veces mayor que la propia vitamina E. Diferentes estudios demostraron que sirve para mejorar los signos visibles del envejecimiento prematuro y la salud general de la piel.

Vitaminas del grupo B 

Se utilizan sobretodo la vitamina B2 (riboflavina), la vitamina B3 (niacina), la vitamina B5 (ácido pantoténico) y la vitamina B7  (biotina). Todas ellas se pueden usar para mejorar la salud y aspecto de la piel y, por supuesto, de las uñas y del pelo.

Oligoelementos

Los oligoelementos son fundamentales para el buen funcionamiento de nuestro organismo en general. Son las joyas de la corona, pero de esto hablaremos en otra entrada ya que su importancia así lo requiere (y, de nuevo, no me quiero ir por las ramas). Dentro de este grupo tienen vital importancia el selenio, el zinc, el cobre, el silicio y, cómo no, el hierro. No daré más detalles porque cada uno nos da para escribir un post, quedémonos con la idea de que se pueden utilizar en nutricosmética  para favorecer la salud de dérmica y capilar.

Aminoácidos

La L-cisteína es uno de los nutricosméticos más utilizados cuando hay caída de cabello, siendo ampliamente recomendado en farmacias (yo misma lo había recomendado mucho, hace ya unos cuantos años…). Comentar que es un aminoácido y que es uno de los componentes de la queratina, proteína que se encuentra en altas concentraciones en la piel, las uñas y el cabello. De ahí su uso. Además, otros aminoácidos están implicados en la síntesis del colágeno, estos son la L-glycina, la L-prolina y la L-lisina.

Carnosina

Se trata de un dipéptido (conjunto de dos aminoácidos) que se encuentra en el cerebro, el corazón, la piel y los músculos. A grandes rasgos, podemos decir que rejuvenece los fibroblastos, que son las células que nos ayudan con la producción de colágeno.

Colágeno y queratina

Estas proteínas se usan también en la nutricosmética, pero aquí hay que tener en cuenta que para que puedan ser efectivas deberían de estar en una forma soluble, es decir, deben de administrarse de una forma fácilmente absorbible por el organismo, de lo contrario no funcionarán. la mejor forma es en forma de aminoácidos libres, de los que hemos hablado anteriormente (siendo la L-glycina el más importante de ellos). Muchos de los productos que hay en el mercado no tienen una buena absorción, y por tanto, no servirá de nada su administración. El colágeno es muy importante para los todos los tejidos corporales, por eso merece también un capítulo aparte.

Ácido hialurónico

Es un componente esencial de la matriz dérmica, ya que da soporte al colágeno, a la elastina y a otros componentes igualmente importantes de la piel. Se distribuye por todo el cuerpo humano, aunque el 50% está en la piel. Su importancia radica en la capacidad que tiene de absorber la humedad, y por eso se utiliza en tratamientos “rellenadores” de arrugas.

Ácido alfa lipóico (ALA)

Es un antioxidante muy interesante,  ya que es soluble en medios acuosos y en medios grasos y, por tanto, puede desplazarse por fluidos y tejidos de una forma fácil. Es especialmente valioso porque protege las proteínas de la glicación (un tipo de oxidación que las hace envejecer de forma prematura). Así pues, tiene un gran potencial anti envejecimiento y se usa incluso como preventivo anti-edad.

Omegas

Este es el término genérico para referirnos a unos nutrientes esenciales en la composición estructural de los tejidos. Los más conocidos y utilizados en nutricosmética son los omega 3 (que provienen sobretodo del aceite de pescado y del lino) y los omega 6 (que provienen de los aceites vegetales de semillas). Como también es un tema al que me gustaría dedicarle más tiempo, comentar únicamente que ambos son muy importantes para aumentar la elasticidad, suavidad e hidratación de la piel, y también para disminuir su aspereza y sequedad.

Coenzima Q10

Es un antioxidante esencial para la producción de energía mitocondrial y se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo. Tiene un papel muy importante en el envejecimiento celular y se utiliza incluso para controlar algunas enfermedades cardiovasculares. Su producción disminuye a partir de los 20 años de edad, por lo que su aporte diario sería muy deseable para mejorar la función energética de las células de nuestra piel.

Fitonutrientes (micronutrientes que provienen de las plantas)

Existen multitud de fitonutrientes, de los cuales, dos son especialmente valiosos en nutricosmética:  la curcumina (que proviene de la cúrcuma) y las catequinas (en este caso las del té verde).

Ambas han sido estudiadas como activos antioxidantes y antiinflamatorios, y son especialmente recomendables para prevenir el envejecimiento producido por el sol.

Aunque existen muchos más micronutrientes utilizados en nutricosmética, los comentados anteriormente son los más habituales.

Nutricosmética: un nuevo enfoque de la medicina antiedad

Tal y como hemos ido viendo, la micronutrición o nutrición ortomolecular, es un factor clave en la salud de la piel, ya que le proporciona la capacidad de protegerse y regenerarse. Las vitaminas, los minerales, los aminoácidos y otros nutrientes están muy involucrados en las distintas propiedades protectoras de la piel.

Estos micronutrientes han demostrado ser esenciales en la lucha contra los daños de exposición excesiva al sol, las arrugas y para el mantenimiento de la humedad de la piel. Los suplementos utilizados en la nutricosmética son una nueva categoría de nutrientes que pueden colaborar en el mantenimiento de una piel joven y saludable por más tiempo, mediante la modulación de los procesos bioquímicos relacionados con el envejecimiento y el deterioro de la piel.

La nutricosmética mejora la funcionalidad de la piel, es decir, mediante la nutricosmética podemos potenciar el equilibrio de la piel y evitar que esta se deteriore y envejezca de una manera prematura. Algunos micronutrientes nos podrán ayudar a contrarrestar la producción de radicales libres derivados de la exposición solar, otros actuarán como antioxidantes modulando la inflamación de la piel y su respuesta inmunológica, y otros nos aportarán los elementos necesarios para una buena regeneración y protección de la piel, mejorando la barrera hidrolipídica y la microflora cutánea.

¿Cuándo puedo empezar a utilizar nutricosmética?

La nutricosmética no estará indicada siempre para todo el mundo. Su uso deberá de ser supervisado por un profesional de la salud especializado, que será el que nos indique en qué momento es aconsejable su uso. La personalización será básica para optimizar los resultados, ya que cada piel tendrá unas necesidades distintas.

No podemos olvidar que la base de una buena nutrición para nuestra piel siempre será una alimentación variada, con una gran proporción de vegetales frescos, de calidad y lo más natural posible, y por supuesto, libre de sustancias tóxicas y de alimentos ultraproc

esados. La hidratación también será un factor clave, ¿recordáis que el 50% de nuestra piel es ácido hialurónico? ¿Y que este se “alimenta” de agua? Pues ya sabes, si quieres que tu piel luzca hidratada ¡bebe agua!.

Darle a nuestro organismo  los micronutrientes que necesita es básico para toda la salud en general, no sólo para la piel. Desde mi experiencia, he podido comprobar que la piel es un órgano objetivamente muy agradecido. Además, al estar a la vista, podemos ver enseguida los resultados, lo mismo que pasa con el cabello y las uñas.

El uso de la nutricosmética de una forma pautada y personalizada, además de mejorar la salud funcional de la piel,  mejorará su elasticidad, su hidratación y su luminosidad y, por tanto, su aspecto. Si crees que necesitas la nutricosmética para mejorar la salud y la apariencia de tu piel, ponte en buenas manos y verás muy pronto los resultados.

Si quieres saber más, puedes descargarte de forma  mi gratuita mi guía de la nutricosmética.

Imagen: https://www.freepik.es/foto-gratis/envases-pastillas-capsulas-medicamentos_1178861.htm

 

El contenido de este blog en propiedad intelectual de María Cerdán, queda prohibida la reproducción etc, etc. La información que se expone es meramente informativa y de indicación general, en ningún caso pretende dar pautas personalizadas, ni sustituir ningún tratamiento médico.

Si te interesa este artículo puedes compartirlo aquí:

2 respuestas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Únete a mi comunidad privada

Suscríbete a mi newsletter para recibir consejos prácticos, novedades y más recursos exclusivos.

Responsable: MARIA DOLORES CERDAN LARA
Finalidad: Gestión de solicitudes y servicios realizados a través de la página web de MARIA DOLORES CERDAN LARA
Legitimación: Relación contactual y/o consentiemiento.
Destinatarios: Sus datos se conservarán mientras se mantenga la relación o durante los años necesarios para cumplir con las obligaciones legales.
Derechos: Acceso, rectificación, supresión, limitación, portabilidad, oposición y presentar una reclamación ante la AEPD
Información adicional: Puede obtener toda la Información adicional y detallada que precise sobre el tratamiento y protección de sus datos personales en el enlace
Delegado: Protección de Datos

¿Lista para mejorar tu salud?

Empieza hoy mismo a cuidar tu salud paso a paso